martes, 3 de noviembre de 2009

La vida como una carretilla

Yo veo la vida como un montón de personas que viajan a través de ella con una gran carretilla a cuestas… cargan en ella sus triunfos, sus pesares, su dinero, sus amores, su odio, sus males…
De pequeños nacemos con las manos vacías… y al final de nuestros días nada nos llevaremos…
Pero instruimos al niño a que se compre una carretilla… cómprate la mejor, la más grande, la más lujosa; de esa manera podrás cargar mas premios, podrás cargar mas sueños, mas poder…
Usamos nuestra ambición como carretilla para cargar con lo que tenemos, con lo que conseguimos, con lo que nos dan… algunos nos dan amor, nos dan alegría… otros nos dan rocas, nos dan odio, nos dan pesares…
Y así vamos, con nuestra carretilla a cuestas llevando todo lo que en nuestra vida hemos cargado… a veces observamos el interior de nuestra carretilla… analizamos lo que tenemos, lo que tuvimos… lloramos, extrañamos, anhelamos
Nos sentimos abrumados de tener tanto peso que cargar con nosotros… pero en cuanto vemos a alguien con su carretilla más cargada nos convertimos en competidores… y comenzamos a llenar nuestra carretilla más y más con falsedades.
La gente se burla de los que tienen poco en su carretilla… desprecia a los que tienen mucho en ella… y al observar su propia carretilla desean cambiarla por otra.
Pero nadie nos ha dicho que no necesitamos una carretilla… pues no necesitamos cargar nada… al cargar con ella perdemos libertad… no podemos subir las grandes colinas con una carretilla cargada de rocas. No podemos disfrutar de nada porque constantemente tenemos que sacar viejas cargas para colocar nuevas cosas… y cuando sacamos algo de nuestra carretilla nos entristecemos porque no lo recuperaremos jamás.
Nunca disfrutamos nuestros logros… solo los cargamos con nosotros para que los demás vean que nuestra carretilla no está vacía… así sea infelicidad lo que llena nuestra ambición… así sean solo rocas lo que cargamos nos sentimos orgullosos, porque pensamos que es malo tener nuestra carretilla vacía.
Nunca pudimos ver a aquellos que se han librado de sus cargas y viven en lo alto de la colina porque nunca llegaremos a la cima de nada… solo lograremos tener una carretilla más y más pesada… una carretilla que en el final de nuestros días quedara de lado y nadie llevará consigo… una carretilla que no trae ningún beneficio… solo es un intento de pared que contiene nuestros miedos… pero que gracias a ella no podemos disfrutar de la emoción de vivir en el temor y en la hermosura de la vida… gracias a nuestras carretillas jamás llegaremos a disfrutar de lo que es bailar en la colina.

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